El sistema de suspensión automotriz está compuesto por amortiguadores, resortes y otros componentes que influyen en el comportamiento del vehículo. Es un componente responsable de la seguridad y el confort de los pasajeros, además de garantizar el buen funcionamiento del automóvil. Algunos problemas de suspensión pueden ocurrir por varias razones y, a menudo, la solución es cambiar amortiguadores y resortes.
Un amortiguador de calidad evita que el coche oscile durante mucho tiempo si pasa por encima de un bache, por ejemplo. Sus principales funciones son mantener la estabilidad del vehículo y absorber los movimientos bruscos de las ruedas. Por lo tanto, los pasajeros no perciben tales impactos, ya que el amortiguador asegura que el automóvil se balancee solo una vez.
Los amortiguadores se pueden dividir en hidráulicos, de gas y soplados. Sigue leyendo este artículo y aprende todo sobre el mantenimiento y sustitución de amortiguadores. ¡Verificar!
Amortiguadores de imagen tomados del sitio repuestoscoches24.es
El estilo de conducción y el pavimento sobre el que circula el coche son factores que influyen mucho en la frecuencia de cambio de amortiguadores. Cuando el coche bota mucho en carreteras en buenas condiciones, puede significar un mal funcionamiento de los amortiguadores. Otro síntoma es cuando el coche tiene mucho balanceo lateral y no se agarra a las curvas como antes.
Además, otra indicación de que se deben reemplazar los amortiguadores es cuando la suspensión hace mucho ruido. Otra señal clara es cuando estacionas en un lugar plano y el auto está más alto de un lado que del otro.
Ruidos metálicos, ruidos secos, fugas de aceite de los amortiguadores y fuertes impactos son algunos de los signos que indican problemas. En consecuencia, la sustitución de elementos de suspensión es la única alternativa para remediar estas fallas del sistema. Por último, es imprescindible consultar el manual del fabricante que indica cuándo cambiar los amortiguadores.
Los resortes son elementos elásticos del sistema de suspensión que actúan soportando el peso y controlando la altura del vehículo. Los amortiguadores sirven precisamente para controlar los movimientos de apertura y cierre de los resortes para detener su balanceo inmediatamente. Juntos, los resortes y los amortiguadores aseguran una mejor calidad general de la dirección, además de equilibrar y alinear la suspensión.
Si es necesario cambiar los resortes por cualquier motivo, reemplace también los amortiguadores. Estos dos elementos del sistema de suspensión deben intercambiarse juntos para garantizar la seguridad de los pasajeros. Después de eso, las ruedas deben alinearse correctamente.
Si circula por carreteras bien asfaltadas y sin irregularidades, no debe durar más de 100.000 km. Si circula por carreteras en mal estado, se recomienda visitar el taller a los 50.000 km. Por lo tanto, lo ideal es consultar el manual del fabricante para verificar las indicaciones correctas para cada modelo de vehículo.
Las inspecciones periódicas a los vehículos son fundamentales para detectar fallos en los amortiguadores y prevenir irregularidades. Un profesional especializado en el tema es el único capaz de diagnosticar problemas y dar soluciones adecuadas para cada tipo de defecto. Por lo tanto, lleve su automóvil al centro automotriz más cercano y asegúrese de que usted y sus pasajeros no corran ningún riesgo causado por problemas con los amortiguadores.
Cuando los amortiguadores no aplican la presión adecuada a los neumáticos, automáticamente disminuyen el agarre entre ellos y el suelo. Esto provoca un aumento en la distancia de frenado y daños a la estabilidad del vehículo. Estos factores pueden hacer que el automóvil pierda el control y vuelque durante las curvas cerradas.
Es fundamental estar atento a los signos de desgaste, la vida útil de los resortes, el límite de kilometraje y las revisiones periódicas de tu coche. Para ello, puedes evitar conducir por calles con baches, conducir despacio y evitar baches profundos. La carga excesiva dentro del vehículo también ejerce una gran presión sobre los amortiguadores y aumenta su desgaste.
Aunque tenga mucho cuidado con el sistema de suspensión de su automóvil, si nota alguno de los problemas mencionados anteriormente, es muy probable que sea necesario cambiar los amortiguadores. Para ello, lo ideal es llevar tu vehículo a un taller especializado para que diagnostiquen cuál es la verdadera avería.
La sustitución de los amortiguadores se realiza únicamente en talleres. Es necesario levantar el coche y desatornillar los tornillos que sujetan el amortiguador delantero a las rótulas de dirección. A continuación, se debe desconectar la manguera del sistema de frenos del soporte, desenroscar el soporte de la base de montaje del amortiguador delantero y quitar el soporte. Una nueva unidad se instala como un conjunto o bloque; Los elementos se ensamblan en orden inverso. El amortiguador trasero se reemplaza de la misma manera. Si los soportes son desmontables, solo se pueden reemplazar los cartuchos amortiguadores. Es importante recordar que ambos componentes de un eje deben ser reemplazados en caso de falla de uno de los amortiguadores.